EL PADRE QUE ASESINO A SUS HIJOS
Había una vez en la comunidad de
Copacabana, un niño llamado Edwin que vivía con sus hermanos y sus padres. Eran
una familia pobre, ya que sus padres no contaban con un trabajo estable. Su padre se dedicaba a vender de pueblo en
pueblo y no tenía tiempo para su familia. Un día llegó a casa y le fue bien al
principio, porque era el mejor vendedor del pueblo. Con el tiempo, sus ventas
fueron creciendo, pero un día apareció otro vendedor que le ganó clientes, y
las ventas del padre de Edwin bajaron.
Los demás comerciantes del pueblo también cerraron sus negocios porque
ya no había ventas, debido a la gran competencia. Poco a poco, el padre de Edwin se fue
decepcionando, y con el tiempo volvieron a ser pobres. Todo el dinero que tenía
lo gastó en cerveza y tragos. Entonces,
la madre de Edwin le dijo: “Todo te lo gastas en tragos; nada compras para
nuestros hijos, para ellos no tienes… pero para tu trago, sí.” Y el padre de
Edwin
Le pega a su madre de Edwin y Edwin se
enfada con su padre y su padre les pega a toda su familia Al día siguiente
Edwin se va a la escuela triste y dijo por qué existo en este mundo cruel no
tengo a nadie Un compañero le dice que está diciendo Aquí estamos contigo
siempre te apoyaremos como si fuéramos hermanos Edwin responde Gracias pero hay
compañeros que le hacen Bull ying en el colegio Un compañero le dice Eres un
niño pobre Los demás dicen lo mismo y el niño por tantos golpes que le da su
padre decide solucionar los problemas con golpes Entonces viene la directora y
los lleva a la dirección y llaman a sus padres diciendo que pelearon en la
escuela El padre de Edwin lo lleva a su casa le grita y lo golpea Edwin quiere
morir ya no existir Sus amigos lo escuchan hasta su papá sus amigos le dicen Si
quieres acabar con esta vida denuncia a tu padre los policías te pueden ayudar
Sí pero es mi padre no puedo Lo único que quiero es no existir en este mundo
Sus amigos lo abrazan y piensan Edwin tienes una vida por delante no te
desahogues en un vaso con agua no te rindas la muerte no es la solución Edwin
llora y dice
“Gracias amigos, los quiero mucho. Son como
mis hermanos. Al día siguiente juegan con sus compañeros y vuelven a molestar a
Edwin y pelearon otra vez. Fueron a la dirección y otra vez viene su papá. La
directora lo ve a Edwin siendo maltratado por su papá y se preocupa. Al día
siguiente, la directora se acerca a Edwin, todo golpeado con cicatrices, y le
dice: ‘Te puedo ayudar’. Él responde: ‘Sí, necesito ayuda’. El padre se lo
lleva a su casa y la directora la sigue hasta su casa. Vio que toda su familia
estaba amarrada y vio que el padre de Edwin tenía gasolina. La directora se
sorprendió. Llamó a la policía de Colcha k y pidió refuerzos en la comunidad y
esperaban, pero no llegó la policía. El padre, totalmente arrepentido, renegó;
su hijo cumplirá su sueño de morir. El padre le echó la gasolina y los quemó a
todos. Su familia… la directora se sorprendió de cómo pudo llegar a ese
extremo. Si era su familia… ¿Cómo es posible que llegara a ese extremo? Y llega
la policía, pero ya era tarde. Edwin y su familia murieron quemados. Y el padre
le castiga la muerte; lo colocan en una silla eléctrica y muere. Así terminó la
familia de Copacabana, una triste muerte. Fin.”
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